Primeras citas y verano

Toda historia tiene sus comienzos, y a menudo ésta suele ser una primera cita que fue bien… y aquí es donde a menudo surgen las dudas.

Las primeras citas en verano

¿Qué hacer en una primera cita en verano? ¿Dónde le llevo? ¿Qué opciones son recomendables si quiero causar buena impresión y propiciar un encuentro agradable?

Internet está lleno de sugerencias, a menudo bienintencionadas pero en muchas ocasiones no son acertadas.

La primera cita

Lo ideal es proponer actividades que no comprometan a una gran inversión de tiempo pero que puedan dar pie a alargar un poquito más si hay química; es decir, siempre es más práctico proponer tomar algo y después, si la situación invita, proponer comer alguna cosa que quedar directamente para una cena formal.

Es importante que a la hora de darle vueltas a las diferentes opciones no pierdas de vista que se trata de conoceros mejor, por lo que la actividad escogida no puede eclipsar o entorpecer la conversación: ir al cine o a un parque de atracciones, por ejemplo, no serían buenas opciones. Ya que se trata de un primer encuentro, para evitar situaciones incómodas.

Hay que tener en siempre en cuenta que para que la conversación fluya es de vital importancia que el entorno sea propicio: que estemos cómodos, que no haga un calor sofocante, que podamos hablar y oírnos bien…

En el momento de proponer el sitio y la hora descarta opciones que sean en las horas de máximo calor, al menos si no es en un entorno climatizado, si vais a estar sentados buscar un sitio agradable, etc.

Recuerda también que aunque hay infinidad de planes divertidos e interesantes en verano, no todos son adecuados para una primera cita.

Propuestas no recomendables para una primera cita

Planes que requieran un confianza previa importante, por ejemplo ir juntos a la playa a tomar el sol y bañarse, o conocer bien los gustos de la otra persona, como por ejemplo montar en globo o probar gastronomía exótica, tampoco son opciones recomendables.

Imagen cortesía de Daria Shevtsova en Pexels

Claves para tu primera cita

Teniendo en cuenta estas claves básicas que a continuación repasamos, solo tendrás que preocuparte de disfrutar de la cita:

  • Que se propicie la conversación y la actividad elegida no “distraiga” o se lleve todo el protagonismo.
  • No forzar la situación, escoger encuentros de una duración adecuada que puedan alargarse si a ambas personas les apetece.
  • Que el entorno sea agradable y estemos cómodos.
  • Que la actividad sea adecuada para una primera cita.

Sin aun tienes dudas, te dejamos cuatro ejemplos de cómo aplicarlo:

Tomar algo en…

Tomar un café o una copa en un bar tranquilo y agradable. Si no conoces ningún local que reúna todas las condiciones (bonito, tranquilo, cómodo, de calidad…) puedes buscar en los hoteles, muy a menudo tienen terrazas al aire libre – ya sea en patios o rooftops – con vistas preciosas y muy buen ambiente. En Barcelona, por ejemplo, puedes encontrar sitios como el Sky Bar del Grand Hotel Central, la terraza del Hotel Pulitzer o la azotea Barceló Raval.

Pasear por…

Dar un paseo. Es una opción clásica, pero que no falla: el truco es buscar un trayecto sencillo en un entorno bonito y no muy ruidoso donde podáis estar a gusto. Los paseos por la playa o el paseo marítimo son los más comunes, pero si le das un par de vueltas encontrarás otras opciones más originales y mucho más especiales como un jardín botánico, por ejemplo.

Planes en pareja…

Una función de microteatro. No es para nada tan largo como una función convencional por lo que no entorpece los puntos básicos del encuentro, pero ofrece una experiencia diferente y un tema de conversación para romper el hielo. Ideas que sigan los mismos preceptos, por ejemplo una exposición cultural o una visita guiada que sean breves, también servirían.

Música en vivo y entornos de lujo. No se trata ni mucho menos de cortar la conversación con conciertos, sino de acompañar la conversación con música de fondo y un ambiente agradable, por lo que es muy importante saber elegir el local o la ocasión. Eventos como las noches musicales en el monasterio de Pedralbes (en Barcelona durante todo el mes de julio) con un buen ejemplo.