Samsara responde: la conversación, todo un arte
Tal y como iniciamos con nuestro artículo anterior, continuamos dando respuesta a las cuestiones más habituales que nos plantea Samsara. Una de las dudas que nos repiten con frecuencia, y que nos ha propuesto tratar en nuestro blog, gira en relación a cómo puede iniciar o llevar una buena conversación con una persona que está empezando a conocer. Como ya sabéis, mantener una conversación interesante es uno de los grandes placeres que puede compartir con tu pareja. Qué puede hacer para mejorar la fluidez en su comunicación? Os proponemos una serie de consejos que le ayudarán a romper el hielo y disfrutar de la conversación con vuestro / a acompañante.
CLAVES PARA DISFRUTAR DE UNA BUENA CONVERSACIÓN
Elegid el lugar y el momento idóneos: el primer aspecto fundamental es crear una atmósfera que sea adecuada para dar pie a iniciar una conversación. Escoged un lugar que os proporcione la suficiente intimidad y tranquilidad para poder hablar sin interrupciones y en un volumen de voz no demasiado elevado. Evitad los locales concurridos o ruidosos. Por otra parte, en la medida de lo posible, intentad quedar un día y en un momento en que ambos os sintáis relajados, receptivos y con tiempo para poder dedicarle al encuentro. Si os veis después de una larga jornada laboral, es muy probable que estéis agotados, tensos y con pocas ganas de interaccionar con la otra persona.
Practicas la escucha activa: escuchad de forma activa es mucho más que oír lo que nos dicen. Prestar atención a todo lo que expresa la otra parte, a la forma en que reacciona a los diferentes comentarios y los temas de conversación que vaya tratando, etc. A partir de aquí, haced saber que estáis escuchado y que os interesa lo que os dicen. Podéis utilizar diferentes estrategias de escucha activa: asentir para manifestar acuerdo, hacer pequeños resúmenes o repetir partes de la conversación para comprobar que estáis entendiendo bien el mensaje y para afianzarse a la otra persona que lo escuche, mostrar empatía – si la ocasión lo requiere- con frases como «comprendo que te sientas así» o «me pongo en tu lugar», etc.
Utilizad el lenguaje no verbal: no os centréis sólo en las palabras que os dirigis, observad también los gestos, las miradas, la postura corporal, ya que os darán mucha información de cómo es y cómo se siente el otro durante toda la cita. Asimismo, sed conscientes del lenguaje corporal propio: mostrar una postura relajada, intentad no tener los brazos y las piernas cruzados, mirad vuestro / a acompañante mientras habla, etc. Estos pequeños gestos os ayudarán a ambos a estar en sintonía y hacer fluir la conversación.
El equilibrio es la clave: una buena conversación parte de la premisa que debe haber una proporción similar entre los momentos de escuchar y los de hablar por parte de todos los interlocutores. Intentad mantener este equilibrio, de manera que ambos tengáis vuestro espacio para poder hablar y para sentirse escuchados. Si el otro miembro es más tímido / a, intenta hacerlo participar en la conversación de manera sutil: demostrar que aquello que explica es interesante, para que se sienta cómodo y le sea más sencillo hablar de sí mismo. Evitad hacer muchas preguntas demasiado directas, ya que la cita puede convertirse en un «interrogatorio» bastante estresante.
Fomentad la curiosidad y las inquietudes intelectuales: una mente y un espíritu inquietos son vuestros mejores aliados para poder abarcar conversaciones con fundamento de un amplio abanico de temas. Intentad aprovechar el tiempo libre para enriqueceros a nivel personal: seguir las noticias, disfrutar de la lectura, conducir, ir al cine, al teatro, visitar exposiciones, etc. Todas estas experiencias os enriquecerán a nivel personal y, consecuentemente, os harán ser personas más interesantes y con más temas sobre los que poder conversar.
Temas espinosos: hay temas que son preferibles evitar durante las primeras citas: hablar de las relaciones sentimentales previas (ex parejas), de problemas laborales, de conflictos familiares, etc. Tratar de hablar de temas enriquecedores y que puedan aportar algo a la dinámica del encuentro. Hay que tener en cuenta que, a menudo, los temas más clásicos -aficionado, viajes, deporte, actualidad, estudios, etc.- son muy útiles para ayudar a romper el hielo y dar paso a buenas conversaciones.
Muestra una actitud positiva y tolerante: si proyectéis una imagen cercana, optimista y flexible, la otra persona se sentirá con la predisposición necesaria para mantener un buen diálogo. Intentad no juzgar a la otra parte ni dar demasiados consejos si no les pide.
Apostar por la espontaneidad: mostrándose tal como sois, sin pretensiones. Evitad planificar de forma demasiado rígida los temas de los que os gustaría hablar durante la cita: las conversaciones más interesantes suelen fluir de manera espontánea. El diálogo es siempre cuestión de dos, así que la mejor manera de disfrutar del encuentro es siendo receptivos y dejando margen para la improvisación.
Por último, es muy importante que recuerde que no existe una fórmula mágica y universal para triunfar en el arte de la conversación. Enriqueceos, activad todos los sentidos y centraros en la persona que tenéis delante: ella os dará la clave para saber qué temas son los más adecuados y cuál es la mejor manera de hablar.
Y vosotros, tenéis alguna estrategia que os ayude a iniciar y mantener buenas conversaciones?
Esperamos que estas pautas os sean de gran utilidad y que las podáis poner en práctica en breve.