Diferencia de edad en la pareja … un obstáculo?

Samsara | 18 May 2015 | Blog

El tema de la diferencia de edad en las parejas es y ha sido siempre una cuestión controvertida. Es recomendable que uno de los dos miembros sea bastante más joven (a partir de 9-10 años de diferencia) que el otro? A menudo están mejor vistas las relaciones donde el hombre es más grande, pero por qué? Y qué pasa si se invierten los papeles? Realmente tienen futuro las relaciones donde hay una gran diferencia de edad?

Seguro que muchos / as de vosotros os habéis planteado estas preguntas más de una vez. En el artículo que os ofrecemos a continuación, os proponemos las claves para poderlas responder.

¿Por qué está mejor visto que la mujer sea más joven?

Para poder valorar la importancia del factor edad en una relación es fundamental tener presente cuáles son los objetivos vitales marcados por la pareja. Hasta hace unas décadas, la gran mayoría de personas buscaban en una relación poder crear y compartir un proyecto familiar común: casarse y tener hijos eran dos hitos que determinaban el éxito de la pareja. En consecuencia, era fundamental tener en cuenta la edad de la mujer, que se había de encontrar en unos márgenes donde la fertilidad no se viera comprometida. Además, la tendencia a tener más de un hijo o hija ya experimentar la maternidad a una edad más temprana, colaboraban a que se valorara más la juventud femenina. En cambio, la edad del hombre no era tan relevante en términos biológicos, dado que no partía con las mismas limitaciones en cuanto al ciclo reproductivo. Incluso, en muchas ocasiones, el hecho de tener unos cuantos años más que su pareja era positivo, ya que había podido contar con más tiempo para estabilizarse laboralmente y poder así mantener con más garantías la familia que se había de formar (debemos tener en cuenta la tardía incorporación de la mujer al mundo laboral).

Pero los tiempos están cambiando …

Actualmente, sin embargo, con los cambios culturales y sociales que se han convertido, estos objetivos han ido cambiando y se han diversificado: hoy en día se da mucha más importancia a la afectividad, a los valores ya encontrar a una persona compatible con la que poder compartir el día a día. La prioridad de la maternidad / paternidad ha perdido peso, y además, la reducción en el número de hijos y el incremento de la edad al tenerlos han hecho, por un lado, que las parejas no se hayan formar necesariamente durante la primera juventud, y por otro, que la edad femenina deje de ser un factor limitante.

Si añadimos el incremento en el número de separaciones y de divorcios en los últimos años, encontramos que muchas personas de mediana edad -a menudo con hijos de relaciones anteriores tienen ganas de rehacer su vida sentimental, más allá del «proyecto de formar una familia «.

Así pues, cuando la paternidad o la maternidad pasan a segundo término, los rangos de edad entre sexos se hacen más laxas, y pueden invertirse perfectamente los papeles: poco a poco, las parejas donde el hombre es el miembro más joven comienzan a hacerse más evidentes. Sin embargo, todavía no hay la misma aceptación por parte de la sociedad: suele verse con mejores ojos el binomio hombre mayor-mujer más joven que al revés.